Qué tiempos aquellos… te estoy hablando de las últimas décadas del siglo pasado que es lo que a mí me tocó vivir, lo que llamaríamos la era pre-“todo es internet”, es muy posible que si estás leyendo esto sepas de lo que te hablo.
Yo compraba CDs de música. No muchos, es cierto, porque a 2.000 o 2.500 pesetas tampoco es que me pudiera permitir más de 2 o 3 al año (más los regalos de navidad).
También compré películas en DVD ya cercanos al año 2000, y en casa teníamos VHSes que se veían regulín después de 200 visionados y sus respectivos rebobinados.
Sería por la repetición obligada debido a la escasez de oferta, o porque mantenían su valor para mí aunque me los supiera de memoria, el entretenimiento del «paga una vez y listo» se siente como más real, físico, de verdad.
Veinte años después esto es historia. Es cierto que se puede seguir comprando multimedia en físico, con su cajita y todo, pero la realidad es que solo cuatro frikis siguen haciéndolo. Desde aquí un aplauso para ti si eres una de esas personas, mis dieses.
Hoy es tiempo de Netflix, y digo Netflix porque estoy 100% seguro que sabes de qué se trata, no en vano más de 4 millones de familias lo tienen contratado en España. A ti te dejo reflexionar sobre si es un éxito de penetración de mercado o no. 😉
Siguiendo la estadística tendrás tu suscripción mensual por supuesto, al parecer compartida eso sí, y yo que me alegro: 16 euros mensuales por el plan familiar no parece un mal precio por entretenerse (¿o son casi 200 euros? 16×12). En casa no falta, y menos con bebé danzando por ahí…
Hasta aquí bien. Cambiar el eMule o los Torrent por Netflix ha sido un buen trato, en mi humilde opinión.
Pero desde hace unos años esta fantástica carretera ha dejado de ser recta, ¡se vienen curvas!. 🙂
Primero fue Spotify con la música, luego Sony y Microsoft con los juegos de consola, ¿y qué me dices de Amazon?… de un tiempo a esta parte todo aquello llamado servicio ha pasado a ser de suscripción. No te lo vas a creer, pero ¡hasta mi Thermomix me cobra 36 euros anuales!. 🤷🏻♂️
Y aquí viene la cuestión del tema de esta semana: ¿te has planteado si de verdad quieres mantener todas las suscripciones que tienes actualmente?
Aún mejor y más importante si cabe: ¿sabes realmente cuántas suscripciones tienes en este momento?
Pues como mi misión es ayudarte a mejorar tus finanzas personales a través de la reflexión, déjame enumerarte algunos campos en los que quizá debas pensar:
Video. Netflix pase, como había comentado, pero en las casas ya no hay solo un servicio, sino que en muchas Disney+ se ha hecho un hueco, y como olvidar Amazon Prime Video que viene gratis, ¿pero has visto lo que hay en HBO? Pa’ la saca. Y el Movistar+ me obligan a contratarlo, así que… Lo dicho, como te descuides se te van 1.500/2.000 euros al año. Siempre duele hacer cuentas anuales. 😇
Música. Spotify/Apple Music o el que tú elijas. Ayer me sabía las canciones de cada álbum que compraba, incluso la letra de todas las canciones. Hoy le doy a las listas de reproducción que me sugieren las aplicaciones y nunca sé quien canta. 120 eurillos de nada, probablemente pagados a gusto… ¿No?
Juegos. Los Game Pass y todos los nombres parecidos, incluso las gemas del Candy Crush (que si compras una vez, repites). Por supuesto, el precio del juego y los DLCs aparte… me encanta la economía moderna 🤓. No sabría ponerle precio a esto, es tan variable… te lo dejo a ti. Si tuviera cuñao me diría que en eBay me ahorro 20 euros.
La nube. Espacio para archivos, almacenamientos para las fotos, los documentos sincronizados… quien más y quien menos tenemos espacio alquilado en servidores externos, y ahora con el movimiento de Google Fotos se sumarán muchos más. El precio dependerá de tus necesidades, para muchas familias 120 euros anuales.
Apps. Recuerda, esto es un ejercicio de reflexión y tú sabrás si vale la pena. ¿De verdad necesitas una aplicación de calendario que te cobra 40 euros al año? ¿60 euros para tomar notas en tu ordenador? ¿36 dólares por recibir tus Trending Reminders? ¿No pagaste ya suficiente por tu iPhone? La clave de humor que no falte, pero… ¿Lo es?. 😅
Y todas las demás que me dejo, como la de mi amada máquina cocinera, la pandemiexitosa app del gimnasio en casa o la que te ayuda a dormir por las noches. El cielo es el límite.
Si no lo has hecho ya y piensas darle una oportunidad a eso de controlar tus suscripciones, existen aplicaciones específicas para ello. La que yo he usado es Bobby para iOS, pero vamos, que con una simple hoja de cálculo o incluso con papel y bolígrafo (como los bárbaros) se hace de fábula.
Mucha suerte 🤞