Financiar una compra a plazos
🏦 «Se puede financiar, ¿verdad?», ¿cuántas veces habremos escuchado esa frase, o incluso la hemos pronunciado?
Es bastante común preferir hacer pagos grandes en varias cuotas, pero ¿por qué? Vamos a descubrirlo y reflexionamos un poco sobre ello.
No puedo saberlo a ciencia cierta, pero me pongo los manguitos (como mi hija) y me lanzo a la piscina: estoy seguro de que alguna vez has pagado a plazos.
Yo mismo lo hice con mi primer Mac, más tarde te explico la historia.
Si tienes (o has tenido) hipoteca, tienes cuotas.
Lo mismo con el préstamo del coche.
¿La boda? ¿O unas vacaciones?
El iPhone quizá.
No me digas más, el IRPF a Hacienda en dos plazos.
Lo dicho, puede no parecerlo, pero fraccionar los pagos está a la orden del día en las familias. Esto lo hacemos por distintas razones, pero lamentablemente muchas de ellas es para comprar algo costoso que de otra forma no nos lo podríamos permitir.
Ahí tenemos nuestro primer punto 🤔: ¿Necesitamos el bien que estamos dispuestos a financiar? Está claro que en muchos casos hacer frente a un pago como por ejemplo la vivienda no es posible hacerlo a tocateja, e incluso puede ser una buena idea endeudarte (aprende más sobre deudas buenas o malas en una edición anterior), pero… ¿Para cambiar la tele?, ¿para ir a Port Aventura?
Soy de la opinión que si es algo lúdico, capricho temporal o no tenga una necesidad vital, mejor ahorrar por adelantado con ello en mente y no financiar.
Porras, ya sabes que el año que viene saldrá el iPhone 14 y lo vas a querer, pues ahorra 20 euros cada semana (o lo que sea) y cuando el dependiente te diga que ya lo tiene disponible le dices:
— Pues toma estos billetazos y cóbrate los 1.000 €. Tacatán. 😎
Y ahora a enseñárselo a tu cuñado.
Y las cuotas a futuro te las ahorras. Y los intereses también.
Ese es nuestro segundo punto: ¿Hay alguna vez donde pagar a plazos incluso esté recomendado? Sí, cuando no paguemos intereses de ningún tipo… y tengamos la cabeza amueblada, claro. Porque los pagos a plazos son deudas, y las deudas hay que pagarlas.
Como los Lannister pero sin decapitaciones de por medio.
Pero un consejo, que no te engañen las palabras bonitas y los panfletos de publicidad: sin intereses significa TAE 0%. Cero. La tasa anual equivalente es lo más adecuado para poder comparar los créditos, por lo tanto, únicamente si este indicador es cero podemos confiar en que no hay gastos ocultos como comisiones de apertura, por cancelación anticipada, seguros asociados, etc.
Te voy a poner un ejemplo de por qué es interesante financiarse al cero por ciento, como te prometí… la historia de mi primer ordenador Mac (en menos de un minuto).
En tiempo donde los dinosaurios aún caminaban, o quizá un poquito después, existió en España una línea de crédito llamada Plan Avanza con el objetivo de llevar la tecnología a las casas de las familias españolas.
En datos: podías financiar la compra de un ordenador hasta a 60 meses al 0% TAE con casi cualquier banco de la época.
Resultado: yo tenía en mi cuenta corriente los 2.000 € que más o menos costaba el iMac que necesitaba, pero decidí acogerme y pagar unos 30 € al mes, pudiendo disfrutar desde ese momento de mi ordenador, pago que podría afrontar sin problemas de liquidez. Y en su defecto usé los 2.000 € para comprar acciones de Apple.
El resto de la historia se escribió sola 🙂. Por cierto, esa fue mi primera incursión en la inversión. Qué cosas.
Reflexión final: Las compras a plazos son útiles si las sabemos utilizar, al final no dejan de ser una herramienta financiera más al alcance del particular, y como lo es por ejemplo un cuchillo, si no empleamos las herramientas de forma adecuada es posible que nos acabemos cortando.
Mi consejo siempre será evaluar el impacto de las compras conforme al presupuesto anual que tengamos, ahí veremos si podemos permitirnos el bien o no. Si decidimos comprar a plazos, por lo menos que sea sin comisiones ni intereses añadidos. ¡Guerra a las comisiones! ⚔️ (artículo del blog).